Como el teletrabajo puede darte mejor calidad de vida
Fue más o menos en 2014 cuando recibí una llamada desde Barcelona. María llamó para explicarme que estaba buscando una vivienda, quería hacer un cambio de vida por las circunstancias en las que vivía en aquel momento.
Me explicó que trabajaba en una reputada empresa catalana y cobraba una nómina de 1300€. De éstos, debía prescindir de 700€ para pagar el alquiler de un piso compartido, más el agua, luz, comida, coche, seguro… todo lo que comporta la vida independiente. En estas circunstancias no le era posible ahorrar nada a final de mes.
La idea que tenía en mente era comprar una vivienda cerca del mar, pero, tenía algo muy claro, no quería volver a pagar 700€/mes, y mucho menos tener que compartirla...
Lo que hice inmediatamente después fue explicarle como es el Delta, su biodiversidad y el ritmo de vida de la gente; le hablé del pueblo de Deltebre, de Riumar, de la playa de la Marquesa, del paseo del río Ebro, de las mejilloneras, de la gastronomía, etc. Cuando terminamos la conversación, lo que hicimos fue agendar una visita para ver varias propiedades. Tras hacer la visita y decidirse por una de las viviendas que le enseñamos, decidió trasladarse a vivir definitivamente a Deltebre.
Actualmente María continúa trabajando en la misma empresa y cobrando el mismo sueldo, pero, pagando una cuota de 300€/mes, en un piso que no tiene que compartir y disfrutando del Delta a diario.
He empezado con esta anécdota porque fue el inicio de todo lo que vino después. A día de hoy, son muchas las familias que han decidido hacer un cambio radical en sus vidas, en búsqueda de tranquilidad y comodidad, encontrando el lugar donde un mismo día de trabajo, pueden dar un paseo por el río Ebro y ver la puesta de sol o darse un baño en la playa de Riumar antes de regresar a casa.
Quisiera resaltar la historia de otro de nuestros clientes, un abogado que trabaja desde su piso en Sant Jaume d’Enveja, y todos los miércoles coge el tren en l’Ampolla para estar a las 9h de la mañana en su despacho de Barcelona, donde atiende a sus clientes presencialmente y terminar su jornada, de nuevo, en su casa. Su cuñada, a la que asesoramos en la compra de una vivienda, en Deltebre, me comentaba qué cuando vivía en Sant Pere de Ribes (Garraf), cada día necesitaba una hora y media para llegar al despacho que tenía en Barcelona -ya se sabe lo que pasa con la hora punta -.
Foto: Fernweh Delta de l'Ebre
Disfruta de una vida ‘slow’ conciliando la vida laboral con la familiar
Antes de que nos confinaran en casa a causa del COVID-19, me apunté para hacer una ruta en bicicleta que organizaban una empresa de Deltebre, aprovechando los domingos que tengo libres. Cuando llegué me encontré con María José, una joven a quien hacía unos meses le había vendido un piso de segunda residencia. La saludé y le pregunté si había venido a pasar unos días por la zona, sorpresa fue la mía cuando me dijo que no, que había dejado el piso que tenía en Barcelona y se había venido a vivir definitivamente a Deltebre. Me explicó que estaba cansada de la ciudad, que era un caos y aquí vivía mucho más tranquila.
Hace pocos días hablaba con Raül, un compañero de Deltebre que ahora vive en Barcelona; me decía que ahora valora más que nunca el poder levantarse a las 8:30h y estar a las 9:00h en el trabajo ya que, actualmente, necesita 50 minutos para llegar al trabajo entre el bus y el metro.
Hoy en día, gran parte de la población solo necesita un PC y una conexión a internet para ingresar un dinero en su cuenta bancaria a final de mes. Como es el caso del Sr. Ross, un chico británico al que le vendimos un piso en Deltebre y que trabaja para empresas de todo el mundo como diseñador gráfico.
Tal como comentaban en un artículo de Idealista esta misma semana, “el buen funcionamiento que está teniendo el teletrabajo en muchas empresas posiblemente esté empujando también a muchos profesionales a plantearse establecer su residencia en municipios pequeños alejados de los grandes núcleos urbanos”:
A lo largo de estos últimos años, el equipo de Finques Zaragoza, hemos sido testigos de las familias que han apostado por hacer un cambio de vida, y que nos siguen recordando lo contentos que están de vivir en el Delta cuando nos encontramos con ellos. El punto en común entre todas ellas es la apuesta por una vida “slow”, para poder dar un mayor significado a la experiencia de vivir y poder conciliar la vida laboral con la familiar. Quieren alejarse del estrés que conlleva vivir en una gran ciudad, pero, al mismo tiempo buscan una ubicación no muy lejana de ésta, donde tienen a sus familias, y, que a la vez, tenga buena comunicación de carreteras.
Cada vez son más las familias que nos llaman desde el área de Barcelona, que ya conocen el Delta del Ebro, y que nos dicen que quieren vivir aquí “porqué en el Delta va todo más despacio”.
Victor Zaragoza i Gonzalvo
Inmobiliaria Delta del Ebro